Cambios. Parte 3. Decir adiós

 "What's courage? The ability to let love in fully & completely".


Si tuviera que escribir un instructivo para saber marcharse, me diría esto: 

"Quítame esta maldita sensación de vacío"
"Quítame esta maldita sensación de vacío"

  Siempre es bueno cuándo saber irse, cuándo armar maletas y   dar la espalda para avanzar, dar el último abrazo, el último   beso y seguir. Porque estoy segura que si luchaste, si amaste,   si buscaste y si lo intentaste hasta el final: mereces irte con   dignidad, con la frente en alto y entender que ese destino no   era para ti porque quedarse con alguien que no te quiere, que   no te valora, que te ha hecho pedazos es como tragar vidrio,   es caminar sobre clavos, meter las manos al fuego e intentar   no quemarte. A veces quedarte donde no es, es vendarse los   ojos para salvar lo insalvable. 

  Entiende que hay límites que no puedes cruzar, querer a alguien más que a ti no es posible. Eres valiente por encarar   las peores guerras pero siempre será mejor aceptar las   derrotas. Algunas veces se vale sacrificar un poco pero no es   justo construir una casa para dos en solitario. 

  Siempre he escuchado que lo bueno tarda en llegar y que se   tiene que sufrir pero yo creo que no, porque la persona   indicada debe ser la fácil de amar en el mundo entero; porque cuando a dos personas le sobran ganas de amarse y elegirse se forman galaxias y universos enteros sin mayor esfuerzo.

Aprende que tirar la toalla no es de cobardes porque cuando se te agotan las opciones y te has cansado de dar sin recibir lo único que queda es soltarlo para poder sostenerte. A veces, decir adiós significa marcharse del lugar del que pensaste que jamás te irías y, en ocasiones, es lo más valiente que uno puede hacerse. 

Aura F. 

Pd. alguien ya había escrito antes el "Instructivo para saber marcharse": Emmanuel Zavala.


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