La (estúpida) idea de verte

Siempre he pensado en la (estúpida) idea de volver a verte, aunque en realidad tengo un discurso hecho para la ocasión. Es verdad que paso por el lugar donde nos conocimos y me sonrío, porque es lo único que se puede hacer cuando tus chinos despeinados vienen a mi mente.

La última vez que nos vimos ninguno de los dos supo que sería la última. De haberse descubierto estoy segura que te hubiera dado un mejor beso, un abrazo más cálido, un despedida digna, pero no fue así. 

Retomo ese día casi todas las noches, sobre todo las más nostálgicas y frías. Esa plática estuvo bien, esa comida tenía buen sazón, ese regalo me gustó mucho, tus palabras parecían sinceras. Tal vez no lo eran tanto, tal vez solo era que yo quería verte siempre perfecto, intacto y tan entregado
a mí. La verdad estabas más entregado a Luisa, ella siempre fue tu máximo y aunque me esforcé mucho, tal vez Luisa siempre tuvo un cabello más sedoso que el mío. Al final la escogiste a ella, todos siempre escogen a otra; y en estas noches me mata la incertidumbre de saber ¿qué hice mal?

Siempre que pienso en volver a verte y en el discurso que tengo sería algo así: tomaría tu brazo izquierdo con muchaa fuerza -solo para verificar que no estoy soñando- y te abrazaría hasta que me pidieras que te soltara -a veces solía asfixiarte con mi exceso de amor- y después de eso agregaría un: gracias por haberme enseñado que siempre se puede querer un poco más, siempre mejor, siempre más sincero, siempre sin ataduras.

Aura F (:

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