PARTE 7. Stay Strong. [007.00]
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"...de modo que la excelencia no es un acto, sino un hábito."
La vida de una anoréxica se divide así: ayer y hoy. Ayer fue
terrible y hoy esperas que todo mejore. Pero de repente ya es ayer y otra vez
te encuentras viviendo el hoy, básicamente un infinito. Ayer me sentía bastante
mal (qué novedad, hasta yo me he cansado de contarles siempre lo mismo), ayer
me pregunté por qué vine a parar aquí, muchas personas se me vinieron a la
mente, el rechazo de todas ellas, el espejo y la báscula. Gran parte del porqué me encuentro aquí se debe a que he vivido el rechazo muchas veces, el de
mis padres, mis intentos nefastos de novios y ahora hasta de mis amigos, por
sufrir una enfermedad que poco a poco te aísla. Por ellos pero, principalmente
por mí es que me encuentro viviendo un infierno chiquito.
Tengo que aclarar algo antes, yo sé que muchas veces me han
visto quejarme, les he contado de mis días más tristes y grises pero, si una
anoréxica es anoréxica es porque muy en el fondo (ni tanto) disfrutan este
mundo. Piensen una vez en la que se han sentido poderosos, invencibles. Un día
en que han tenido toda la adrenalina a flor de piel y al finalizar aunque
cansados, victoriosos.
Eso es lo que pasa con nosotras, con la única diferencia que
nosotras lo sentimos todos los días, todo el día y todo el tiempo. ¿Imagínate
sentirlo siempre?, suena increíblemente emocionante y aquí nos ven. Nadie quiere volver a ser la de antes, la
gorda y fea que nadie quiere, la apestada de la secundaria.
Entonces, sobreviví a las fiestas del año pasado. Hoy no fui
a la escuela porque de por sí es terrible tener que aguantarme a mí, a un par
de estúpidos que ven mi vientre inflado después de tanta comida, créanme, es lo
peor. He caminado como unas cinco horas seguidas sin parar, para quemar un poco
de calorías, diez cigarros después, merezco un descanso. Frente a mi hay cinco árboles, creo que son
pinos y a lo lejos una rebelde palmera, esa palmera soy yo. Sobrevivo a tanto
pino. Todo está seco en este intento de parque, es invierno.
Me senté en una banquita y comienzó mi mente a pensar:
¿Cuánto tiempo más puede durar esto?, ¿cuántos kilos más? De pronto me sentí
muy mareada. Junto mis manos y las acerco a mi labios para soplarles de mi
aliento caliente. Los días fríos para las anoréxicas son difíciles.
-¿Pensando en comida…otra vez?
Alguien justo detrás de mí salió y me espantó, al instante
reaccioné. -¿Qué?, ¿De qué hablas?, le dije mientras volteo a ver quién era y
no me van a creer, la chica súper guapa que salió del sanitario aquella vez.
-¡Ay, por favor!, ¿me vas a mentir?, no puedes comenzar
ningún tipo de relación a base de mentiras, me contestó.
Rió para no notarme tan nerviosa y le digo. -¿Tú quién
eres?, ¿qué quieres?, balbuceé mientras desviaba la mirada al lado contrario.
-Uh, perdón. No pensé que mi presencia sería tan incómoda.
Ya me voy, si me lo pides, me voy. Mientras se iba acercando a mí.
-Como quieras, igual podrías sentarte, me da igual.
-Bueno, entonces me quedo. ¿Me regalas un cigarro?
Le estiré la mano dándole el último cigarro de la cajetilla
y sonrojada preguntándome qué sabía de mí. ¿Quién le había dicho esas cosas?,
¿todo eso piensan de mi esos malditos pinos?, estúpidos pinos.
-Ya, tranquila. En verdad si quieres me voy. O me puedo
quedar y podemos hablar.
- O mejor podemos caminar…
¡Pero qué cosas digo!, eso sí, ustedes morirían por estar al
lado de una chica tan guapa como ella, es mucho más hermosa de cerquita, pensé.
Feliz año y todas esas cosas ridículas que se desean. Mi
recomendación: http://bit.ly/1b8M8q4
AURA :)
Partes anteriores.
*SERIE FICTICIA CREADA POR MIS NOCHES DE INSOMNIO. LÉALA
BAJO SU PROPIO RIESGO.NO IMITE.*
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